El fin de semana nos lanzamos a Cuernavaca al cumpleaños de un cuate, ya el sabadito al agarrar el camión como que traía un dolor de garganta medio cabrón. Lógicamente ya en la ciudad de la “eterna primavera” comenzaron a fluir las chelas y los tequilas y pos pa’ pronto empezamos a agarrar el pedo y ¿cuál dolor de garganta? pero entre que fueron peras y manzanas en la noche ya la gripa estaba haciendo estragos en mi.
Nos fuimos a dormir tempra porque si me sentía bastante mal y el domingo ya desperté bastante jodido. En chinga me metí el termómetro al hocico y nada, todo normal, pero neta que era una tos bastante constante, millones de mocos y estornudos y el dolor de garganta que ahí seguía. Como el miedo no anda en burro por ahí del medio día decidí ir a la cruz roja a ver a un doctor por aquello de la influenza AHLNL como diría Elba Esther. Ya en el hospital por la módica cantidad de cincuenta pesitos pasó a consulta con un doctor que desde que lo vi me pareció familiar, no es de Grey´s Anathomy, ni de ER, ni de Scrubs, ni de House, ni de Private Practice, pos sepa la chingada, tons ya le platiqué mis pedos y desde que vio que no tenía fiebre descartó la Influenza AH1N1. Para entonces yo como que lo veía raro y el a mi también pero nomás no supe de donde lo conocía. Me recetó un antiviral, un jarabito y otras pastillitas y vas pa´ fuera y ya en el coche de regreso a la casa agarré la onda y porque vi su firma de que era un compañero que se sentó enfrente de mí todo un año en tercero de prepa, puta que pena, yo ni lo saludé pero bueno…
Unas tres horas después ya la cosa comenzó a ponerse “piorts” la fiebre subió y llegó cerquita de los 39° pero yo cool porque el compa este ya me había dicho que no tenía Influenza así que seguí con mis actividades dominicales que más bien se resumen a tirar la hueva todo el pinche día, pero en la nochecita la fiebre no cedía, tons pensé que mi ex compañero como no lo saludé ha de haber pensado que le estaba tirando mal pedo y ni la prueba de la influenza me quiso hacer, se me empezaron a subir los huevos a la garganta de nuevo y vinieron a mi mente todas las historias; que si la compañerita de no sé quien se murió, que si el presidente de Costa Rica, que si Marilyn Manson, que si Muñoz Ledo, que sí la pinche manga del muerto y pues ¿cómo no recordar la cara de nuestro “etílico Secretario de salud”? -Si te sientes mal ve al doctor, que la detección oportuna te salva la vida-
Pos chinguesumadre me armé de valor y nos fuimos al hospital de nuevo, pero ahora al IMSS, ya saben después de tener que lidiar con la carota de la enfermera que te recibe en urgencias y de esperar unos minutos el turno pasé a ver al doctor, ahora si con la fiebre alta y todo el pedo. Y ¿cuál va siendo mi sorpresa? Que con todo y la mitad de los síntomas de la maldita influenza antesporcina no me quisieron hacer la prueba que mejor regresara dos o tres días después si la fiebre seguía y tenía insuficiencias respiratorias.
Así de cabrón el pedo, supuestamente estamos en plena lucha contra el virus este, pero en el después de pasar un día entero en dos hospitales distintos no me quisieron hacer la prueba de la influenza, la neta lo de mi cuate olvidado de la Cruz Roja si lo entiendo porque los síntomas no eran los adecuados pero en el IMSS con todo y todo me dijeron –simplemente no venga si no se está muriendo-
Bueno, ya pasaron dos días y estoy mucho mejor, el que no está nada bien es nuestro sistema de salud.
2 comentarios:
Apuesto por el Dr. Eduardo Niño Aguirre Campis. Un Saludo para él y para tí mi querido influyente!!! así pase yo las pasadas navidades... pero no se habia tipificado lo del ah1n1...
que comes que adivinas?
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