noviembre 06, 2006

puBLicidAd suBLiminAl

No recuerdo cuantas veces he escuchado a alguien hablar de la publicidad subliminal, y de cómo esta nos obliga a consumir desmedidamente productos y servicios que en realidad no necesitamos, seguro que han sido muchas, -encontré una oferta buenísima, un maravilloso modelo de última generación y de la mejor marca de este trineo para esquimales, de verdad que fue una ganga- sí, el único problema es que vives en Acapulco y en tu vida, jamás lo vas a poder utilizar, pero en realidad ese no es el punto, lo importante es que estaba de oferta y ahora está destinado a quedarse en la cochera por muchos años hasta que un buen día decidas tirarlo a la basura.

Es cierto que la publicidad nos empuja a consumir, pero de eso a que exista gente buscando en dónde esconder una imagen súper agresiva en un anuncio para que todos compren un producto sin siquiera saber por que, hay una gran diferencia.

Lo verdaderamente subliminal que podemos encontrar en la publicidad radica en nosotros mismos, en los valores que insistimos en comprar por unos cuantos pesos, Un coche no nos hace mejores que otro y, sin duda, la marca del maquillaje o del cinturón no tiene nada que ver con la calidad de persona que somos, eso me queda muy claro, pero lo cierto es que ya a la hora de los güamazos, buscamos un status en las cosas que compramos.

Así, la publicidad busca esos valores para colocarlos dentro de los mensajes que publica, es decir, cargar de imágenes familiares un anuncio de un refresco y transmitirlo tantas veces como sea posible logra que la gente comencemos a asociar ese refresco con la convivencia familiar, y al rato, sin darnos cuenta, resulta que podemos encontrar ese producto en todas las fotos de Navidad ó del cumpleaños de la tía Lourdes.

Ó, por mencionar otro ejemplo, los coches de los comerciales siempre corren por una campiña francesa, al lado de una rubia despampanante, y casualmente su destino final es algo que se parece mucho a un castillo medieval en el que espera un mayordomo de presencia impactante para recibirte como un duque en medio de un sueño que en realidad no tiene nada que ver con tu vida diaria, yo me pregunto, por que no nos presentan ese mismo coche, pero en medio de un embotellamiento en el periférico, acompañado de un ruido sumamente estresante y tu destino final es un banco en viernes de quincena lleno de gente en el que nadie te va a recibir con una sonrisa. Lo más inquietante de todo esto es que la respuesta la conocemos todos, pero hemos visto tantas veces ese coche y la manera en la que se desempeña en aquella campiña de ensueño. Que lo que buscamos en él, no es el coche en si, sino la vida y los valores que hemos asociado con su imagen.

La publicidad subliminal no existe, no hay tal cosa, y a pesar de ello, he encontrado libros en los que aparecen un millón de ejemplos de ella.

Estoy seguro de que los publicistas encargados de las grandes marcas, tienen mucho que hacer como para andar pensando en una estrategia subliminal que además estoy seguro que no funcionaría en lo mas mínimo.

No debemos de culpar a la publicidad de la manera en la que consumimos, las marcas tienen el derecho de hacer su luchita para sobresalir de entre las demás, el resto del trato está en nosotros, recuerden que debemos de ser personas inteligentes y analíticas y que tenemos la responsabilidad de decidir ¿qué es bueno para nosotros y qué no?

Ahora que si queremos encontrar a un culpable por la compra de aquel trineo para esquimal que está guardado en la cochera, tampoco encuentro ningún problema en que culpemos a la publicidad subliminal, ella seguro que no se va a quejar.

1 comentario:

darkmanny dijo...

calmate springfield! la publicidad subliminal va mas alla, y no se trata de esconder una imagen porno o agresiva como tu dices, es exactamente venderte la asociacion mental de el producto como medio para alcanzar el estatus o valor que se muestra predominante en la imagen o campaña. Vamos a ver, esta escribiendote un comprador compulsivo, fumador obsesivo, que adquiere todos los productos y aparatos de ejercicio para obtener un cuerpo como el de Conan el barbaro, y no solo los compro, los uso un par de veces, me da hueva y los meto debajo de la cama! (de las camas) Yo se la respuesta de mi afición, tengo aparatos que mas que darme un medio para ejercitar y fortalecer mi cuerpecito rumbero, me recuerdan mi epoca de puberto en la prepa en la que tenía cuadros en los cuadros! y que las mangas de las camisetas no se llenaban, se estiraban. Y nunca he sido un muscle man mr universe, pero eso si, marcadito estaba y bien. Entonces mas que como medio yo soy un comprador nostalgico. JAJAJA y que si los guardo despues del primer uso? Puedo pagarlos no? No me quedo sin comer por comprarme un ab-tronix mas avanzado que el abs-toner y que sustituya al ab king pro. Por cierto tengo los 3. Un air walk, un air toner, una bicicleta de spinning y un banco de pesas. Y que? No me engaña la imagen en los infomerciales, lo que me gana es que te venden la idea de volver a ser. Y eso quisiera, volver a ser, pero con una varita magica, porke me da mucha hueva dedicarle 5 minutos diarios a cada uno de esos aparatos para convertirme en el nuevo Sr. Mamá Dolores.
Eso es todo. No se crean todo lo que ven, eso es imaginacion propia.